Jazmín de Madagascar: cuidados

Su nombre científico es Stephanotis floribunda y, como su nombre común indica, se trata de una planta tropical trepadora originaria de la isla de Madagascar. De ella destacan sus bonitas hojas, que son perennes y de un lustroso verde oscuro, y también sus flores tubulares de cinco pétalos, blancas y de agradable aroma. ¿Y cuánto tiempo dura la flor del jazmín de Madagascar? Estas aparecen en la primavera con los meses cálidos y, si las condiciones son buenas, la floración se prolonga hasta el otoño.

En las floristerías y viveros tiende a venderse con el tallo dispuesto en forma de arco, aunque en maceta esta planta puede llegar a alcanzar alturas de hasta 5 metros. En su entorno natural, en Madagascar, estas trepadoras pueden crecer hasta los 20 metros.

El fruto del jazmín de Madagascar no es adecuado para su consumo y está lleno de una gran cantidad de semillas plumadas, aunque tarda al menos un año para alcanzar su maduración completa.

Para aprender más, aquí puedes conocer los distintos Tipos de jazmín.

Esta planta, debido a su origen tropical, necesita de gran cantidad de luz, no respondiendo bien a ubicaciones sombrías o a habitaciones muy oscuras. Eso sí, en su hábitat natural crece por debajo de la cúpula arbórea, por lo que no tolera la incidencia directa de la luz solar, que podría llegar a quemar sus hojas e impedir la floración.

Mantén tu planta de jazmín de Madagascar en un espacio muy iluminado pero protegido de los rayos directos del sol, especialmente en las horas de mayor intensidad a mediodía.

Respecto a la temperatura, su punto ideal se encuentra en los 18 ºC, aunque puede desarrollarse bien en temperaturas de hasta 30 ºC durante los meses cálidos. Es importante, eso sí, que pase los meses fríos por debajo de los 20 ºC para poder entrar en reposo vegetativo. Su límite inferior está en los 10 ºC, así que se trata de una planta que no tolera las heladas bajo ningún concepto. También es importante darle una ubicación protegida de las corrientes de viento, tanto de aire frío como cálido, y necesita de un aire limpio de humos y gases.

Junto a su delicada ubicación, el riego es uno de los cuidados más importantes de esta planta. A partir de la primavera, necesita de riegos muy constantes y en profundidad, manteniendo cierto nivel de humedad en el sustrato, aunque siempre sin encharcar y, si está en maceta, retirando el agua sobrante del plato tras el riego.

También necesita de una humedad alta, por lo que, en entornos secos, se recomienda pulverizar agua tibia sobre sus hojas para que no se sequen. Es importante que tanto el riego como la pulverización se hagan con agua de lluvia o, si es del grifo, que se deje reposar esta durante 24 horas antes.

Esta planta necesita de un suelo rico en nutrientes y materia orgánica, además de precisar también de un drenaje lo mejor posible que evite encharcamientos. Debido a esto, una de las mejores mezclas que podemos prepararle es con una parte de turba, otra de fibra de coco y otra de humus de lombriz, a la que se puede añadir vermiculita y perlita. Esta es nuestra mezcla más universal para plantas sin necesidades muy específicas, ya que es ligera, aireada, de gran drenaje y muy rica en materia orgánica.

Además, una vez al año deberemos trasplantar la planta a una maceta un poco mayor, de forma que la planta reciba nuevos nutrientes y pueda seguir creciendo. También es importante aplicar abono, ya sea líquido o en forma de humus, cuando llegan los meses cálidos.

Al inicio de su temporada de crecimiento, en primavera, se deben podar los tallos de la Stephanotis floribunda si queremos mantener su crecimiento controlado, pero es importante no podar los tallos en su base y taponar los cortes que produzcan látex con agua fría.

Conoce más sobre Cuándo y cómo podar el jazmín aquí.

Los esquejes de jazmín de Madagascar se deben cortar justo por debajo del nudo y con un corte oblicuo, con unos 10 cm de longitud. Se dejan las 2 o 3 hojas superiores, retirando las demás, y se corta el fluido de látex sumergiendo el esqueje en agua fría.

Tras esto, se sumerge el tallo en enraizante y se planta a unos 2 cm. En unas 8-10 semanas, si el esqueje ha tenido éxito, la planta habrá enraizado. Tras esto, podemos trasplantarla a su nueva ubicación y ponerle un tutor.

¿Qué hacer cuando el jazmín se pone amarillo? Habitualmente, los problemas del jazmín de Madagascar más comunes en este sentido son que se haya regado la planta con agua calcárea o que se la ha sometido a cambios de temperatura bruscos.

También puede ocurrir que tu planta esté afectada por alguna plaga, siendo la más común la cochinilla en el jazmín de Madagascar. Busca estos insectos en los tallos y el envés de las hojas y, si encuentras, trata la plaga con insecticida ecológico, como jabón potásico o manualmente con un poco de algodón empapado en alcohol.

Para más información, te animamos a leer esta otra guía sobre Causas de las hojas amarillas en el jazmín y cómo curarlo.

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