Tipos de hiedra

La llamada comúnmente hiedra de Argelia es una especie que tiene su origen en el norte de África, como su propio nombre nos indica. Se trata de un tipo de hiedra que llega a crecer hasta los 8 metros de altura gracias a sus raíces aéreas. Sus hojas son variegadas o bien de un bonito tono verde azulado, de forma lobulada, y sus flores son tan pequeñas que no resultan decorativamente llamativas.

Es común cultivarla como cobertura vertical, o bien en macetas colgantes dejando que sus tallos caigan. Como la mayoría de variedades de hiedra, resulta tóxica si se ingiere, por lo que hay que tener cuidado si hay mascotas o niños pequeños en la zona donde planeemos cultivarla.

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La hiedra canaria o yedra matizada se distingue por contar con unas hojas de mayor tamaño que las de la Hedera helix, la especie más extendida. Las flores de esta hiedra de exterior también son poco llamativas, formándose en pequeñas umbrelas de tonos amarillentos y que pasan bastante desapercibidas.

La hiedra canaria puede cultivarse tanto a pleno sol como en sombra o semisombra, aunque las de hojas variegadas requerirán de una exposición directa al menos algunas horas al día. Esta especie puede soportar también heladas ocasionales, aunque solo si está en una ubicación relativamente resguardada.

Cultivada en maceta, requiere de trasplante cada 2 o 3 años, siempre en primavera.

La hiedra común es la más extendida de las variedades de hiedra en su cultivo. Los tallos de la Hedera helix pueden llegar a crecer hasta los 30 o 40 metros de altura en condiciones idóneas, siendo una de las variedades de mayor potencial de crecimiento, con hasta casi medio metro al año.

Se reconoce fácilmente por sus hojas características, que pueden ser de tono verde oscuro, elegante y muy decorativo, o verde brillante, también de gran valor ornamental. Su forma es ovalada, triangular o reniforme, y se pueden encontrar tanto pentalobuladas como trilobuladas. De que las hojas presenten lóbulos o no depende de si se encuentran en ramas floríferas, pues solo estas dan lugar a los lóbulos.

Las flores, como en el resto de especies, son verde-amarillentas y poco llamativas, apareciendo normalmente en plantas con al menos 8 años de edad.

La conocida comúnmente como hiedra de Madeira, se confunde con la hedera hélix con mucha facilidad. Al igual que esta, es una planta de porte arbustivo y trepadora de hoja perenne. El color de sus hojas es verde pardo que, en ocasiones también ofrece nervios de color rojizo. En cuanto a sus flores, como sucede con la mayoría de las plantas de la familia Araliaceae, son pequeñas y de color claro.

De forma natural suele crecer cerca de las laderas de las rocas o en zonas de boscosas pegadas al tronco de os árboles. Por lo que prefiere los ambientes cálidos y húmedos para desarrollarse.

Imagen: Palmiers et Compagnie

Uno de los tipos de hiedra más utilizados como tapizante para fachadas y muros. Esta planta trepadora leñosa, de hoja perenne de color verde brillante e inflorescencias con forma de umbela, destaca por su resistencia tanto al frío como al calor y por su crecimiento rápido.

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También conocida como hiedra del Himalaya, la hedera nepalensis o hiedra del Nepal, es uno de los tipos de hiedras trepadoras que poseen hojas perennes de color verde oscuro, capaz de alcanzar una altura por encima de los 30 metros.

Para su crecimiento óptimo prefiere los suelos de pH ácido o neutro, con un sustrato preferentemente húmedo, de ahí que sea importante asegurar un riego continuado. Igualmente, es capaz de soportar bien las sequias y los suelos pobres en nutrientes. Crece por lo tanto bien semisombra como con una exposición de sol directa.

También de hoja perenne la conocida como hiedra japonesa es una planta que llega a alcanzar los 10 m de altura y que, en caso de no poder utilizar una zona en altura para crecer, puede colonizar el suelo. Estos tipos de hiedras cuenta con tallos color verde oscuro y hojas con forma de diamante suele cultivarse por su valor ornamental, aunque también se le atribuyen usos medicinales.

Los cuidados para que cualquiera de las anteriores variedades de hiedra se desarrollen sanas y hermosas son bastante similares: un entorno cálido entre 14 y 20º, algunas horas de luz solar (también a la semisombra), un riego semanal en invierno o un par en verano y un poco de abono líquido cada dos semanas.

En el caso de que quieras conseguir un nuevo ejemplar de la misma planta deberás efectuar una multiplicación por esquejes tomando un tallo sano de la planta para volver a plantarlo. Si las condiciones del entorno son óptimas a todos los niveles, la reproducción podrá llevarse a cabo en cualquier época del año (si bien es mejor evitar los meses más fríos).

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